lunes, 18 de julio de 2011

YA REGRESO


El sábado amanecí soñándote, tenías la llave mágica que abría la puerta a la posibilidad... y la abriste. Sí, felices como perdices comíamos hamburguesas entre besos. Me levanté con esperanzas y salí a pasear este invierno. Delante de mi, caminaba por la sombra una parejita, que al llegar al sol se detuvo, se abrazó y besó sonriendo, arropados por cálidos rayos de luz. Amorosa forma de comenzar el día! Pensé en mi querido Facundo y me puse alerta, para no seguir distraída de todo lo bello que sucede a mi alrededor. Subí al autobus y enseguida subió una pareja comiendo fresas que se ubicó a mi lado. Me llegó de inmediato un fresco y dulce olor, el aroma del amor tal vez... Evidentemente para ellos esa posibilidad es posible, pero y para mi?

Llegué a mi destino: El Rosedal. Estuve ahi a finales del año pasado con dos amigos y caminé entre distintos tipos de rosas. Recuerdo que mis favoritas eran unas rosadas con bastante cuerpo que se enroscaban y guindaban salvaje y elegantemente de una pérgola blanca. Pues esta vez fui sola y sólo encontré bastante tierra a la vista, muchas estacas y algunas espinas. Me senté en un banco frente a la ausencia de aquellas, al sol por supuesto, a contemplar todos esos palitos desnudos... y como si estuviese viéndome al espejo, me reí conmigo misma cuando entendí lo que veía en el reflejo. Hay un tiempo para florecer, para salir a la vista de todos vestida de gloria, para llenar un espacio con colores y alimentar los sentidos, para llamar la atención e interactuar. Asi como también hay un tiempo para no estar a la vista, para que ocurra lo invisible, para que suceda lo que tiene que pasar para que el florecimiento sea posible. Ahi me encuentro, recién podada, despojada de casi todo, en la nada que no está del todo vacía, en una extraña y larga pausa... Todavía no me acostumbro a esta parte de la canción de la vida, su llegada siempre me sorprende, olvido la letra, me pongo un poco nerviosa, no lo puedo evitar. Me despido en silencio y dejo estas pocas palabras mojándose bajo la lluvia...

domingo, 19 de junio de 2011

Ramiro Braulio Aliaga Saravia (27.02.40 - 04.09.84)



Felíz día papito!! Finalmente puedo decírtelo! Es todo un honor ser tu hija y llevar adelante la vida que junto a mi mamá me diste. Tantos años creyéndote ausente y tú siempre has estado aqui, conmigo. Estás vivo en mí en forma de amor, qué hermoso! Ahora le puedo explicar eso a la niñita rabiosa que pensaba que su papá era un tontico porque se fue al cielo. El amor no se va para ningún lado, se queda para siempre... Gracias! Te amo! Qué bien se siente! Siempre quise decirte que te amo...

sábado, 11 de junio de 2011

e m i g r o... me convoca el AMOR


Algo en mi acaba de morir, se cerró de golpe una vieja puerta para siempre. Algo me fue arrancado violentamente y aún duele, aún no me acostumbro... Siento el vacío que quedó, ese lugar huérfano que no sabe qué hacer ahora que está deshabitado. Cargo el duelo encima, mi cuerpo está pesado y débil, me cuesta caminar, seguir adelante, mirar hacia arriba... El tiempo se detuvo sólo para mi, me llegó la hora, se acabó. Me observo desde la distancia, como fuera de mi, confundida, a la espera... A dónde voy ahora?

Intentaré ir al comienzo de esta enfermedad o por lo menos aproximarme a la última etapa de esta muerte. Llegué aqui con mi mente limitante, con mi estructura rígida, con resistencia. Y de a poco, pero con relativa rapidez fui cediendo, aflojándome, permitiéndome, conectándome con el sentir y con el bienestar. Al hacer esto, me sorprendió la salida de sentimientos como la rabia, los celos, el miedo, la inseguridad, las carencias...también del ego. Dentro de todo lo desagradable que puede ser ver lo que no me gusta de mi, entiendo que parte del proceso de conocerme mejor es mirar y aceptar esas sombras que salen a la luz. Qué importante es no sentirme avergonzada de mi oscuridad, sino reconocerla e incluso amarla! Celebro que salga lo oculto y asi poder acercarme a mi verdad.

Vale la pena mencionar que terminó gustándome mi amigo, lo que nunca pensé que podía pasar. Ya veo que la mente no sabe nada, sólo cree que lo sabe todo! A lo mejor sin ella uno sí logra conocerse... Él fue el catalizador que sin saberlo y sin intención alguna de hacerlo, disparó esta explosión interior. La tristeza y el dolor me llevaron de la mano hasta el borde del precipicio y me dieron un empujón. Así fue como caí en las profundidades de mi ser. Sentí mucha ansiedad durante la caída y terminé aterrada pensando que enloquecería. Fui testigo de una reacción química poderosa ocurriendo y moviéndose por todo mi cuerpo. Cual volcán que había estado dormido y de pronto despierta en erupción, me movilicé desde mi centro más íntimo y con temblores, escalofríos y llanto fui sacando el fuego a través de mi corazón. Lo peor ya pasó, menos mal, pero aún siento que mi pecho tiembla como cachorrito recién nacido y todavía no encuentro manera de calmarlo.

Al mismo tiempo que empiezo a despedirme de esta ciudad, me despido de esa parte de mi que ha sido aniquilada y que dejo atrás. Sospecho que todo esto es para mi crecimiento, expansión, evolución espiritual y preparación para un nuevo camino de mayor luminosidad. Creo que ahora puedo responder a mi propia pregunta, diciendo que no hace falta saber a dónde voy ni preguntar por el camino, sólo tengo que entregarme a él con plena confianza.

Aqui unas palabras de Rumi que recién encontré, por aquello de la sincronía...

La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.

domingo, 29 de mayo de 2011

el sonido del s i l e n c i o



Hoy una amiga adorada me pregunta por el chat: "cómo te sientes?"... y en el momento le dije cualquier cosa pero me quedé pensando... Y creo que S O L A sería la mejor forma de describirlo. Esa condición a veces me pone muy triste, otras hasta me gusta. A veces el silencio está tan profundamente presente que es el único sonido que escucho, se vuelve mi acompañante y con él me fundo. A veces temo perderme en él, desaparecer y que todo desaparezca también. Pero el sonido guardián de la nevera impide que esto suceda, lo que por ahora le agradezco. Cuando esté lista para el despegue la desenchufo!

Ya hace días estoy mudada en mi nueva casa temporal, tengo mi espacio propio como quería. Resulta que no es tan fácil como pensaba y convivir conmigo puede ser un gran reto. Ahi voy, acostumbrándome de a poco a esta dinámica e intentando sacarle provecho, mientras siento que los días se van todos juntos de un soplido... 

En mis ganas de tratarme amablemente, he querido darme y dar lo que quiero recibir, al menos lo que está en mis manos. Ya me di un techo en donde estoy cómoda y en armonía, me invité a comer a mis lugares favoritos, me regalé lindas flores, me llevé a pasear al mar, recibí música sanadora en vivo, me permití reir más, me di pequeños gustos y momentos de esos que te hacen sentir genuinamente felíz. También di amor, consentí, cuidé, protegí, acompañé y escuché. Y de parte de la agradecida matica de novios que regué y limpié de hojas secas, recibí a cambio una parejita de hermosas flores rojas. También el cielo me bendijo con un corazón viajero, pasajero, en movimiento. Sin embargo, inevitable y lamentablemente sigo sintiendo la ausencia de eso que me falta. Pero muy en el fondo confío en que ahi está, aunque todavía no lo pueda ver.

Sigo acostándome tarde pero ahora duermo más y más. Mi cuerpo casi que sólo quiere dormir, ya ni siquiera recuerdo mis sueños, asi es que no tengo memoria alguna de lo que pasa conmigo en la noche. Simplemente desaparezco por aproximadamente diez horas y despierto en una ciudad gris y cada vez más fría. Mis días cada vez son más cortos y hago menos cosas, lo que me genera cierto extraño placer. Y es que estoy cansada de cuestionarme todo tanto, quiero volver a lo simple y despedirme de tanta información confusa. Cada vez quiero leer y saber menos, preocuparme menos, renunciar al conocimiento, a las razones... Quiero olvidar, vaciarme, estar en calma para percibir lo esencial y entender desde el corazón.

Al escribir esto me doy cuenta de que lo que se me está regalando es esa posibilidad de vacío que quiero. El silencio mismo es un regalo y la soledad es la oportunidad. Voy a apagar la nevera YA, no hay más tiempo que perder!

martes, 10 de mayo de 2011

BÉSAME m u c h o


Miércoles 11 de Mayo de 2011

2:37 am. Salí de un salto de la cama y vine corriendo a prender la compu, desesperada por escribir no se qué. El hecho es que desde que estoy en esta ciudad nocturna, no logro dormirme antes de las 3 am y no logro despertarme antes de las 10:30 am, aunque cada vez son más los minutos que me quedo en la cama. No me doy mala vida, total, no tengo ninguna obligación, aunque siempre siento algo de culpa, por eso de perder el día. Según me han dicho, es efecto de los buenos aires, parece que traen un polvo mágico que te adormece y de alguna manera anestesia. Sin embargo la noche está siempre viva y lo que más me gusta es subirme en un colectivo en ese momento. No se explicarlo, pero al dar el primer paso para subir siento una emoción inexplicable, es como entrar en un mundo paralelo en donde te reciben otras luces y melodías. Los choferes son personajes bizarros, dispuestos a divertirse haciendo su trabajo en el largo y oscuro turno. Yo los miro ahi en su trono iluminado, como reyes de la noche y me río por dentro, cómo lo disfruto! Otro “mal hábito” que he adquirido es el de no comer a las horas “normales”, y esto es bastante raro en una persona como yo, que no sólo come en esas horas sino que tiene hambre también en las otras. Amanezco a mediodía con el encantador ritual de compartir el mate y eso es suficiente alimento hasta el final de la tarde que hay que ver qué comer. Lo que lamento en el alma es la pérdida de mi diaria costumbre de comer algo dulce, cosa que seriamente quiero retomar. Y ahora sí me voy a sincerar, lo que me hizo levantar de la cama fue algo que me dijo el chico con el que duermo, que amablemente comparte su cama conmigo hasta que yo consiga un nuevo lugar. Fue una frase que ha sido dicha millones de veces pero que en ese justo momento me hizo tilín tilín, causándome una extraña emoción… Dijo: “uno nunca termina de conocerse”, luego de que le dije que él no es el tipo de hombre con el que yo estaría, instantes después de habernos besado inocentemente, por eso de la cercanía y las hormonas saltarinas. Hablar de mi intimidad amorosa es abrir una puerta a una dimensión desconocida, por lo que mejor la dejamos cerrada por ahora. Lo importante y maravilloso de este caso es que puedo sorprenderme, salir por un momento de la cabeza y hacer algo totalmente inesperado que me lleva de nuevo a la mente y a la misma pregunta de siempre: “quién soy?”. En este momento, soy una mujer que quiere ser amada, sentirse acompañada y protegida. Soy un cuerpo y una piel que disfruta entera de otro cálido cuerpo cercano, de una tierna caricia, de una profunda respiración al oído. Y sí, cual adolescente, me permití tener todo eso esta noche aunque no haya sido con mi ideal de compañero. Realmente besar sería algo que haría con tantísimo placer muchas veces en el día, a todo el que me guste. Ahora que lo pienso, últimamente me quedo mirando y disfrutando, nuevamente con mi sonrisa interna, cada vez que en la calle me encuentro a una pareja besándose. Hasta sueño que beso… Al parecer se manifiesta aquello en lo que uno pone la atención. Cuidado con lo que se pide! Entonces debo fijarme bien, tener clarito lo que quiero y seguir soñándolo hasta que se haga realidad. J

viernes, 6 de mayo de 2011

NómADA


La verdad es que no es trabajo fácil ser inquilina. Es un juego que tienes perdido desde el comienzo y siempre eres culpable de lo que sea. Hasta el más mínimo detalle puede ser visto con lupa y aumentado a  lo que le de la gana a quien lo mira. Sobretodo si la dueña de casa esta pasando por algún tipo de problema que la hace comportarse casi inhumanamente, lo cual es muy humano. Sentí su energía agresiva llegándome como puñaladas en el pecho a través de palabras, sonidos, silencios... Después de un parcialmente incómodo mes de hospedaje entendí que su comportamiento no tiene que ver conmigo, que no he debido tomarme nada personal.  En fin, esperaba sentirme cómoda, tranquila y felíz en mi refugio temporal, hogar dulce hogar, pero frecuentemente me sentí como una miserable ratoncita comiendo un queso amargo en la esquina más apretada. Pasé de ser super bien recibida, atendida e incluso consentida, a ser ignorada, olvidada y sí, hasta mal tratada. Afortunadamente ya salí de ahi con un frío "felíz vida" de despedida y fui bien recibida bajo un nuevo techo temporal. Sigo preguntándome el por qué de esa experiencia y qué me quiso enseñar. Me parece que parte de lo que sucede afuera es una manifestación de lo que sucede adentro y quizás me muestra mi propia resistencia al bienestar. Hay infinidad de posibilidades y yo decidí experimentar esa. Pero ahora decidí darme lo que me merezco, elegir mejor, nada me lo impide. Intento mantener el pensamiento de que ya tengo lo que quiero y asi voy diseñando mi futuro. 

sábado, 30 de abril de 2011

goticA purA



Viernes 29 de abril de 2011

Llueve sobre mojado… y regreso a esta hoja despejada con la intención de vaciar en ella mis palabras, dejándolas caer como gotas que limpian mi cielo, dejándolo más liviano. Ya me veo volviendo a ubicarme en mi comodidad, vuelve la osa a su cueva, solitaria y silenciosa. Y probablemente es parte de mi forma de ser, no está mal ni está bien, sólo es. Me abro y me cierro, asi soy. Cariñosa y arisca, una mezcla entre perra y gata! Y está bueno ser capaz de observar y ser consciente de este movimiento mio, de aceptarlo con amor y respeto. En mi abrirme me sentí “lost in translation”. He interactuado con algunos personajes que parecen haber sido sacados de Tokio y puestos delante de mi para que habláramos idiomas distintos. Me di cuenta de que no hay palabras que relamente puedan contar mi historia, ni tampoco hay oídos que puedan realmente entenderla. Y es que no hay nada que contar, ya de tanto repetir lo mismo siento que se ha lavado todo, se ha ido la magia y ha quedado un sin sentido. Las preguntas también son repetidas, básicamente es siempre una: “qué viniste a hacer aquí?”. Todas relacionadas con el hacer. Y cada vez con más confianza echo mi cuento y explico que mi viaje tiene más que ver con el ser y el estar… simple (?). Algunos me felicitan por mi valentía y coraje, otros me miran raro sin entender nada. Todo y todos quedan en la periferia y yo queriendo conectar más y profundizar más. Visualizo muchos espermatozoides rodeando a un ovulo y queriendo entrar pero sólo uno traspasa la barrera! Quizás todo conspira a favor de que yo sea la elegida para entrar dentro de mi. Y es en este cerrarme, donde encuentro un refugio, un altar, la paz. Ese espacio externo propio que tanto necesitaba y que ahora tengo se trasladó a mi interior y me contiene. Asi como la comodidad y seguridad que encontraba afuera ahora la llevo adentro. Es un viaje solitario, conmigo, donde sea y lo que sea. Hace días, por eso de no limitarme, acepté ir a una fiesta psicodélica en el bosque, que no es lo mío pero fluí. Bailé entregada con los ojos cerrados varias horas y logré hacer ese contacto con todos mis cuerpos y con la tierra que es otro cuerpo más. Le ofrendé cada pisada, la acaricié con mis movimientos, le di todo. Y me recordó cuan importante es la intención que uno le pone a las cosas. Mi intención de estar aqui es clara y pura, me permite hacer de cada día un ritual consciente. Que lo que está afuera no nuble mi razón. De cualquier manera seguirán cayendo más gotas…