martes, 10 de mayo de 2011

BÉSAME m u c h o


Miércoles 11 de Mayo de 2011

2:37 am. Salí de un salto de la cama y vine corriendo a prender la compu, desesperada por escribir no se qué. El hecho es que desde que estoy en esta ciudad nocturna, no logro dormirme antes de las 3 am y no logro despertarme antes de las 10:30 am, aunque cada vez son más los minutos que me quedo en la cama. No me doy mala vida, total, no tengo ninguna obligación, aunque siempre siento algo de culpa, por eso de perder el día. Según me han dicho, es efecto de los buenos aires, parece que traen un polvo mágico que te adormece y de alguna manera anestesia. Sin embargo la noche está siempre viva y lo que más me gusta es subirme en un colectivo en ese momento. No se explicarlo, pero al dar el primer paso para subir siento una emoción inexplicable, es como entrar en un mundo paralelo en donde te reciben otras luces y melodías. Los choferes son personajes bizarros, dispuestos a divertirse haciendo su trabajo en el largo y oscuro turno. Yo los miro ahi en su trono iluminado, como reyes de la noche y me río por dentro, cómo lo disfruto! Otro “mal hábito” que he adquirido es el de no comer a las horas “normales”, y esto es bastante raro en una persona como yo, que no sólo come en esas horas sino que tiene hambre también en las otras. Amanezco a mediodía con el encantador ritual de compartir el mate y eso es suficiente alimento hasta el final de la tarde que hay que ver qué comer. Lo que lamento en el alma es la pérdida de mi diaria costumbre de comer algo dulce, cosa que seriamente quiero retomar. Y ahora sí me voy a sincerar, lo que me hizo levantar de la cama fue algo que me dijo el chico con el que duermo, que amablemente comparte su cama conmigo hasta que yo consiga un nuevo lugar. Fue una frase que ha sido dicha millones de veces pero que en ese justo momento me hizo tilín tilín, causándome una extraña emoción… Dijo: “uno nunca termina de conocerse”, luego de que le dije que él no es el tipo de hombre con el que yo estaría, instantes después de habernos besado inocentemente, por eso de la cercanía y las hormonas saltarinas. Hablar de mi intimidad amorosa es abrir una puerta a una dimensión desconocida, por lo que mejor la dejamos cerrada por ahora. Lo importante y maravilloso de este caso es que puedo sorprenderme, salir por un momento de la cabeza y hacer algo totalmente inesperado que me lleva de nuevo a la mente y a la misma pregunta de siempre: “quién soy?”. En este momento, soy una mujer que quiere ser amada, sentirse acompañada y protegida. Soy un cuerpo y una piel que disfruta entera de otro cálido cuerpo cercano, de una tierna caricia, de una profunda respiración al oído. Y sí, cual adolescente, me permití tener todo eso esta noche aunque no haya sido con mi ideal de compañero. Realmente besar sería algo que haría con tantísimo placer muchas veces en el día, a todo el que me guste. Ahora que lo pienso, últimamente me quedo mirando y disfrutando, nuevamente con mi sonrisa interna, cada vez que en la calle me encuentro a una pareja besándose. Hasta sueño que beso… Al parecer se manifiesta aquello en lo que uno pone la atención. Cuidado con lo que se pide! Entonces debo fijarme bien, tener clarito lo que quiero y seguir soñándolo hasta que se haga realidad. J

3 comentarios:

  1. Wow, que apertura blogistica. Felicitaciones !

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  2. As you continue your self-inquiry, you may notice that the question begins to permeate your consciousness—you may find yourself asking it not only during meditation but at unexpected times throughout the day. "Who am I?"
    love your -ego-less- writing

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  3. Me contagia tu sonrisa interna... y ese aire a "Siren (Tori Amos)" en Great Expectations...

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